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Superación y prosperidad iniciando

Progreso y prosperidad

El gobierno debe hacer su parte, pero no esperar todo de él.

Hace muchos años, a una participante en un concurso de belleza se le preguntó… no recuerdo exactamente, pero era algo así como la manera de salir de la crisis. Según un periodista, otras participantes dieron buenas respuestas, pero ésta dejó mucho que desear, e incluso se notaba muy molesto. La respuesta de la participante había sido que «nos falta más confianza en nosotros mismos». Para mucha gente era esto incomprensible, pues supuestamente es culpa y tarea del gobierno, y los ciudadanos solamente somos como corderos que viven afectados por las decisiones de otros y a donde nos lleven.

Si nos falta confianza en nosotros mismos ( y con honestidad me incluyo), para cambiar nuestras circunstancias. Los que dan un paso más allá y logran el éxito viniendo desde circunstancias no muy favorecedoras suelen ser criticados. Tal vez por envidia, o porque la negatividad se considera como buen juicio y lo demás son sólo sueños. Los que tratan de aprender más sin el pretexto de que no hay tiempo, los que se animan a iniciar un negocio (fracase o no, ya que no es solamente iniciarlo, sino tener un buen plan, saberlo gestionar y estar preparado para todo lo que pueda suceder).

Tener un sueño es tener una meta hacia donde apuntar, un faro que guíe. Importa más tenerlo que si se llega a realizar o no, pero un sueño nos da la posibilidad de salir del lugar en donde estamos, al menos lo hace muy posible. No tenerlo nunca nos saca de ahí. Muchos de los que logran sobresalir con su esfuerzo son criticados o envidiados, o se justifican sus logros con frases como «Tuvo suerte», «Seguramente su papá es rico», «Seguramente es lavado de dinero», «Seguramente tuvo influencias».

Querer no siempre es poder, pero querer ayuda a poder y al menos lo hace posible.

Mucha gente vive al día y solamente se preocupan por sobrevivir, lo cual es lógico y necesario, pero no tienen un deseo o una ilusión más allá. Plantearse y preguntarse qué podrían hacer para mejorar su vida o qué les gustaría hacer. El fracaso no es una vergüenza ni algo que deba dar miedo, mucha gente tuvo varios fracasos antes de lograr sus propósitos. Pero si, se asocia a los fracasos como vergüenza o como pérdida y no para sacar algún provecho de la experiencia. Mucha más gente prosperaría si pensara de esa forma.

Pensar positivamente no te asegura el éxito, pero pensar negativamente si te asegura el fracaso y te mantiene ahí.

El gobierno tiene la responsabilidad, el deber y la obligación de hacer todo lo posible por el bienestar de sus ciudadanos, y está bien exigirle que cumpla con su deber, pero es un pensamiento muy socialista el pensar que debe proveer a todos de lo necesario como un papá que cuida a sus hijos (pero los gobiernos socialistas no suelen ser padres, sino tiranos autoritarios). La gente que aboga por el socialismo vive en un país capitalista y no tiene la menor idea de lo que sufriría. Creen sinceramente en una vida fácil para todos pero no saben como éste régimen coarta la libertad y no tendrían lo que están acostumbrados a tener.

El capitalismo tampoco es perfecto, a veces ocasiona aplastar a otros. Lleva a creer que mientras más tengan más son, lo cual no es verdad, pero por lo menos hay libertad de cada persona para decidir sobre su vida y nada detiene a quien tiene una férrea constancia, sin que la tenga que aplicar para dañar o para quitar nada a otras personas.

Hay una relación complicada con el dinero (precisamente por culpa del capitalismo): por una parte se piensa que es malo y por otra parte se reconoce que es muy necesario; eso lleva a mucha gente a conformarse precisamente con eso, lo necesario. El problema es cuando ni siquiera eso se puede tener, unos luchan y otros se amargan. O bien, tratan de arrebatar a la mala, aunque eso mismo hacen también algunos que lo han tenido todo, creyendo que con eso son más y también más poderosos. El dinero es solamente una herramienta, un objeto de intercambio, un servidor. No se puede catalogar como bueno o malo, es un objeto útil y necesario que se cambia por otros objetos y servicios. A nadie hace más valioso, pero sin él es muy difícll estar en el mundo.

No es tan sencillo tener confianza en nosotros mismos para creer en lo que podemos lograr con un poco de fe, empeño y teniendo una meta. Menos es sencillo para quienes solamente han visto miseria a su alrededor y está muy fijada en su mente, sin dejar de tomar en cuenta que han tenido menos oportunidades y que éstas están muy mal repartidas. Se prospera, sin embargo, poniendo atención en el propio crecimiento, aprendizaje y superación, cuando se tiene más valentía. Convetirse en merecedor, sentirse merecedor y, sobre todo, creerse capaz.

Si queremos que el gobierno resuelva nuestra vida podemos esperar eternamente. Pero eso no sería bueno en realidad, porque cada persona es responsable de la suya propia.

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